Programa completo de la Semana Santa de BAENA: procesiones e itinerarios
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La Semana Santa de Baena es un placer para los sentidos. Declarada de Interés Turístico Nacional, destaca para la vista la figura del cofrade Judío, del que llama especial atención su indumentaria, con chaqueta roja bordada, pantalón negro, camisa blanca, pañuelo anudado al cuello y casco de metal con impresionantes labrados, sobre el que luce un colorido plumero. De la parte trasera del casco cuelgan crines de caballo, blancas o negras, que dan lugar a la distinción en Judío Coliblanco o Judío Colinegro. Y para el oído, los distintos toques del tambor, que dan un sonido característico a esta tradición que mezcla la perfección lo cultural con lo religioso.
Tal es la relevancia de los Judíos en el conjunto de la Semana Santa de Baena que ha marcado a las distintas cofradías con un sello, dando lugar a la existencia de Cofradías Blancas o de Cola Blanca (Ntro. Padre Jesús del Huerto, la Vera Cruz del Jueves y la del Dulce Nombre de Jesús) y Cofradías Negras o de Cola Negra (Ntro. Padre Jesús Nazareno y la de Ntra. Sra. del Rosario), manteniéndose al margen La Borriquita y la del Silencio. Las turbas, que son el conjunto de cuadrillas de judíos, también están divididas en función del color de sus colas, y existen ocho cuadrillas de colinegros e igual número en la cola blanca. Pero no podemos olvidar el elemento más importante y característico del Judío, el artesanal tambor compuesto por fondo de metal, aros de madera, cordel de cáñamo, parches o pellejos de piel de cabra (aunque para el de abajo se suele utilizar de plástico), chillones o bordones de tripa y baquetas de madera. Para colgarse el tambor se utiliza el tahalí, una pieza de cuero tipo cinturón o arnés rematado con un gancho.
No son los tambores de los Judíos los únicos que desfilan en esta celebración pasional andaluza. El llamado "tambor ronco", elaborado con piel de vaca y caracterizado por su peculiar sonido, aparece en la década de los años 20 y poco a poco se ha ido incorporando a diferentes Hermandades como la de los Enlutaos (única cuadrilla de Judíos arrepentidos) o los Hermanos de San Juan (Pimientos Morrones), entre otras.
Pero la Semana Santa baenense tiene otros muchos atractivos ya que se caracteriza porque sus siete procesiones, que conmemoran la pasión, muerte y resurrección de Jesús, se desarrollan de forma cronológica. El Domingo de Ramos procesiona la Borriquita; el Miércoles Santo se escenifica la oración de Jesús en el Huerto, antes de ser prendido; el Jueves Santo tiene lugar el prendimiento de Jesús; en las primeras horas de la madrugada del Viernes Santo se realiza el vía crucis del Santísimo Cristo del Perdón, conocida como Procesión del Silencio, en que se recorren las catorce estaciones de la Pasión de Cristo; el Viernes Santo por la mañana Jesús, caminará hasta el Calvario hasta que se celebra el Santo Entierro en la noche del Viernes Santo. Los desfiles procesionales se interrumpirán hasta el Domingo de Resurrección, en que se conmemora la resurrección de Jesús.
Destacan también los desfiles de centurias romanas, figuras bíblicas, así como la riqueza de su imaginería procedente de varias escuelas entre las que podemos destacar la granadina, con imágenes como el Cristo del Perdón, declarado Bien de Interés Cultural de Andalucía en el año 1988.
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