Fiestas en Cabra
FIESTAS EN CABRA
Las letrillas de las agrupaciones carnavalescas que se presentan a concurso y las de aquellas otras que van cantando por las calles, así como el gran desfile de máscaras del sábado de Carnaval y la fiesta infantil de disfraces del domingo, conforman el Carnaval egabrense, junto a los bailes organizados por el Ayuntamiento en la Plaza de España y los de otras entidades que convocan también concursos de disfraces.
La Semana Santa es, sin duda, una de las fiestas más importantes de Cabra. Fue declarada Fiesta de Interés Turístico Nacional en 1989. Sus cofradías, el magnífico patrimonio histórico-artístico, la calidad de las imágenes que procesionan, conforman un cúmulo de circunstancias que se muestran con un sello de seriedad y respeto que llena las calles de Cabra. De Domingo de Ramos a Domingo de Resurrección, veintiséis hermandades salen a la calle con sus elementos tradicionales, símbolos e imágenes titulares. Los cortejos procesionales contienen variados estilos en la forma y los elementos. Largas filas de capuchones que con variados hábitos y colores acompañan con cera, cruces y cadenas o faroles a los pasos de las imágenes de Jesús y María. Guiones y mantos de terciopelo bordados en oro de los conventos egabrenses de las dominicas de San Martín (hoy desaparecidas) y de las Agustinas Recoletas. Siglos de tradición y arte que abren los desfiles que se hacen antes de las procesiones anunciando el inicio de las mismas, especialmente el de la tarde del Viernes Santo. Estandartes de picos, con óvalos de las imágenes al óleo. Estrellas que sirven de faroles, hechos con estaño y cristal y que con la luz de la cera, dan colorido y brillo a las noches de la Semana Santa de Cabra. Judíos y romanos, tambores y trompetas. La tradición de la Semana Santa egabrense se mantiene viva en los añafiles o 'abejorros' (trompetas alargadas) que con su peculiar sonido anuncian que se acerca el paso de Jesús o María. El toque de rompevelos que se escucha en la madrugada del Viernes Santo. La saeta de Cabra, con singular toná y letras. El arte de los mejores imagineros de los siglos XVII y XVIII dejó su impronta en obras de marcado interés artístico y devocional. Las calles de Cabra, los templos, las plazuelas son rincones de especial belleza en los que los pasos hacen vibrar al numeroso gentío que se reúne para presenciarlos. Estrechas callejas o amplias vías, llenas de rejas, balcones y cancelas, cargadas de flores, son el escenario perfecto para esta celebración. Junto a la antig edad de las Cofradías, la fuerza renovadora de la juventud, ponen en marcha numerosas tradiciones que van desde los actos y cultos cuaresmales, al arreglo de túnicas, pasando por la elaboración de los típicos dulces caseros (gajorros, pestiños, magdalenas).
Las Fiestas de la Cruz en el popular barrio del Cerro surgen de las celebraciones de la Fiesta de la Santa Cruz que organizaba y celebraba la Cofradía de la Vera Cruz en torno al día 3 de mayo. Esta Cofradía está erigida en la Iglesia de San Juan Bautista del Cerro por lo que la Fiesta de la Cruz está íntimamente ligada a este barrio. Desde el año 1991 esta cofradía procesiona el último día a la Virgen de los Remedios por las típicas callejas del Cerro. Quizá el elemento más característico y singular es la tradición de las 'Santacruces' que los más pequeños sacan, dispuestas en una parihuela de madera que suelen llevar cuatro o seis niños y niñas, sobre la que se erige una cruz, adornada con flores y con alguna estampa de imágenes egabrenses. La tradición manda que sean pétalos de rosa y celindas formando un arco, las flores más utilizadas. Las Santacruces salen a las calles unos días antes del 3 de mayo y los niños piden 'una limosnita para la Santa Cruz', cantando una coplilla popular que reza: ' Oh María, Madre mía, oh consuelo, celestial. Amparadnos y guiadnos a la patria celestial'. Los más revoltosos, si los deja el guardián que acompaña la cruz, dan una patada tirando los pétalos al suelo y creando un gran pesar en el grupo al grito 'la partía la porra'. El día 3 se efectúa una concentración en la Plaza Vieja que termina junto a la Iglesia del cerro y en la que, tras distribuir tortas y chocolate, se entregan los premios del concurso. En los últimos años se han incorporado al desfile pequeños pasos, a modo de 'Semana Santa chiquita', en la que los pequeños se inician en las lides cofrades, tan arraigadas en nuestra ciudad.
El Corpus Christi es otra de las fechas de gran tradición egabrense. Cabra celebró la procesión del Corpus en jueves hasta el año 1993. La actual celebración queda enmarcada dentro de las fiestas litúrgicas que culminan con la procesión del Cuerpo de Cristo en la rica Custodia de plata que se conserva en la Parroquia de la Asunción. Los niños de Primera Comunión, todo el pueblo y sus instituciones están representados.
En torno al 24 de junio llega la primera Feria del Verano en la Subbética, la Feria de San Juan, la cual da paso al 'estío festivo', no sólo de Cabra sino de toda la comarca. Dicha feria cuenta con numerosos atractivos culturales, pruebas deportivas, atracciones, conciertos, casetas, toros y las recientemente recuperadas 'hogueras de San Juan'. El acto que se celebra el día de San Juan en la glorieta de D. Juan Valera en el Parque Alcántara Romero, con la entrega del Premio Nacional de literatura que lleva su nombre, y el concierto de la Banda de Música, constituye el momento más relevante de esta feria.
A lo largo de todo el verano se suceden diferentes fiestas y verbenas en los distintos barrios de la ciudad. Gaena festeja la Cruz y la Purísima Concepción en el mes de mayo. Fiestas del barrio de Belén. Las Huertas Bajas celebran las fiestas de su patrón, San Antonio, en torno al 13 de junio. Fiestas de la Paz en la barriada Virgen de la Sierra. Fiesta medieval en el barrio de la Villa.
La llegada del mes de septiembre hace que Cabra se engalane aún más y rebose vitalidad y alegría, pues con él viene la Feria de Septiembre. Tal como ha llegado a nuestros días y como se viene celebrando desde 1945, se sitúa en los días 3 al 8 de septiembre de cada año. Mientras los actos religiosos son organizados por la Real Archicofradía de María Santísima de la Sierra, el programa general de las Fiestas se organiza por la Delegación de Feria y Fiestas del Ayuntamiento, el cual las patrocina. Fue declarada Fiesta de Interés Turístico Nacional en 1972. Abre las fiestas el pregón que se celebra el día 3, en el transcurso del cual son proclamadas la Reina de las Fiestas y sus Damas de Honor, que suelen representar a los diferentes barrios de la ciudad. El pregón se viene celebrando desde el año 66/67 igual que la elección de Reina y Damas. Suele presentar al pregonero el del año anterior, y constituye un acto multitudinario que concluye, desde el año 1991, con la inauguración del alumbrado extraordinario a cargo de la Reina de las fiestas. En la feria hay que destacar dos momentos centrales, por un lado la 'Bajá' de la virgen el día 4 de septiembre, con la triunfal entrada en los arcos de la antigua calle Baena, momento en el que el Alcalde impone la vara de Alcaldesa a la Virgen, que fue proclamada con esta distinción de 'Alcaldesa perpetua' en 1958; por otro lado destacar la procesión solemne del día 8, acompañada por gran multitud de devotos, instituciones religiosas y civiles, cofradías, romerías, etc. La Batalla de Flores del día 5, con las carrozas, se celebra desde 1954, y constituye otro de los elementos singulares y atractivos de la feria. Durante los días festivos el Real de la Feria representa el centro de reunión de egabrenses y visitantes, destacando no solo la tradicional feria en la noche sino también, y cada vez con mayor intensidad, la feria al mediodía y el paseo de caballos.
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