Semana Santa de Montoro 2013.
El eje del sentir montoreño es el amor hacia la SEMANA SANTASemana Santa y Montoro caminan estrechamente unidas, casi en perfecta simbiosis. Para el montoreño la Semana Santa es algo suyo, algo íntimo, algo de lo que no puede desprenderse y cuando por razones de trabajo emigra, hace lo imposible para acompañar a su Padre Jesús, a su Virgen de las Angustias, al Stmo. Cristo de la Flagelación, a la Veracruz... La Semana Santa montoreña es fervor, es devoción, pero también es vistosidad y colorido, espectáculo multisecular, hermanos cofrades, penitentes, Imperio Romano, Coro de Ntro. Padre Jesús Nazareno, Banda de Tambores y Cornetas "Jesús Caído", Banda Musical "Juan Mohedo", nazarenos, costaleros, portadores/as, Prendimiento, Sermón del Paso...
La manifestación de religiosidad popular de las procesiones de Semana Santa surge en la segunda mitad del siglo XVI con la fundación de las cofradías pasionistas que experimentan un auge con los postulados del Concilio de Trento. Estas Cofradías introducen en el cortejo procesional la práctica de la disciplina pública hasta su prohibición por Carlos III en 1777. Sus fines eran fundamentalmente la ayuda mutua y el culto público. La primera cofradía penitencial montoreña, cuyas primeras reglas datan de 1554, es la de la Sancta Vera Crux. En el último tercio de la centuria del dieciséis se constituye la Cofradía de la Soledad de Ntra. Señora o Quinta Angustias y en el año 1602 la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno. En la época del barroco las cofradías y procesiones experimentan un cambio sustancial. Se introducen elementos de ornato en Imágenes y pasos, representaciones bíblicas del Antiguo y Nuevo Testamento, el acto del Prendimiento, los soldados romanos con sus picas, alabardas y tambor batiente, el acto del Sermón del Paso, los palios de respeto, etc., así como los cantos penitenciales en el exterior de las iglesias ante las Imágenes. Estos elementos barrocos fueron prohibidos por los Decretos surgidos de la Ilustración, que no exentos de polémicas y contravenciones, supusieron una merma en las procesiones; no obstante la resistencia del pueblo ha preservado la representación del acto del Prendimiento, el Sermón del Paso, los Romanos, los Apóstoles y los cantos interpretados por el Piadoso y Antiquísimo Coro de Ntro. Padre Jesús Nazareno y María Santísima de los Dolores. Para la práctica del Vía Crucís se constituyó en el siglo XVIII la Cofradía de la Confraternidad de Nuestro Padre Jesús del Calvario que realizaba su Estación de Penitencia en la noche del Domingo de Ramos desde la iglesia de Santiago hasta la ermita de San Roque, hasta la desaparición y destrucción de sus Imágenes en 1936. Otra de las Imágenes desaparecidas y no restituidas después de la contienda civil fue el grupo escultórico del Descendimiento, conocido popularmente como Los Santos Varones, que realizaba su salida procesional en la tarde del Vienes Santo desde la ermita de San Sebastián, realizándose antes de la salida procesional el Sermón del Descendimiento o Sermón de las Siete Palabras. Con estos rasgos generales queremos destacar la diversidad y elementos diferenciadores de la Semana Santa montoreña; que le ha hecho acreedora que por la Consejería de Turismo y Deporte de la Junta de Andalucía en Resolución de 16 de marzo de 1998 (Boja n. 37 de 02/04/1998) es declarada Fiesta de Interés Turístico Nacional de Andalucía.