cuando son, que día y programa de las fiestas de León: Fiestas de San Froilán, Fiestas de San Juan y San Pedro en León, Semana Santa, Cabalgata de Reyes
TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR
Fiestas de San Juan y San Pedro en León
Del 19 al 30 de junio de 2023
Consulte aquí el programa de las Fiestas de San Juan y San Pedro en León
Feria de los Productos de León
Del 8 al 12 de Octubre de 2016
Consulte aquí el programa de la Feria de los Productos de León
Fiestas de San Froilán en León
Del 1 al 9 de octubre de 2016
Consulte aquí el programa de las Fiestas de San Froilán en León
FIESTAS EN LEÓN
Declarada de Interés Turístico Internacional en 2002, la Semana Santa de León destaca por la sobriedad, la austeridad y el recogimiento que se vive en cada uno de sus actos y procesiones.
Comienza el Viernes de Dolores (viernes previo al Domingo de Ramos), cuando sale la procesión de ‘La Dolorosa’ desde la iglesia de Santa María del Camino o del Mercado, y concluye el Domingo
de Resurrección. Son diez días de intenso fervor popular que se viven en León con piedad y sentimiento.
Conocidos popularmente como “papones”, los cofrades leoneses son la expresión máxima de un pueblo volcado con la Pasión de Cristo. A ellos se une la excelsa imaginería
celosamente mantenida por las dieciséis Cofradías y Hermandades, donde resaltan obras de afamados imagineros como Gregorio Fernández, Francisco Díez de Tudanca, Luis Salvador Carmona, Víctor
de los Ríos, Ángel Estrada y Navarro Arteaga, entre otros.
La agrupación más antigua es la Cofradía de Nuestra Señora de las Angustias y Soledad, fundada el 9 de febrero de 1578; la más moderna, fundada en septiembre de 1994, es la
cofradía del Cristo del Gran Poder. Además, hay dos cofradías formadas íntegramente por mujeres: María del Dulce Nombre y Agonía de Nuestro Señor.
“La Ronda” y la “Procesión de los Pasos” de la Cofradía del Dul¬ce Nombre de Jesús Nazareno, fundada en 1611, son los actos más originales y reputados de la Semana Santa de
León, por lo que poseen una mención especial dentro de la Declaración de Interés Turístico Internacional. La Ronda – con toques de esquila, clarín y tambor - se inicia a las 12:00 de la
noche del Jueves Santo, llamando a los pa¬pones a la procesión de la maña¬na. Cada llamada tiene como colofón esta expresión: “Levantaos, herma¬nitos de Jesús, que ya es hora”. A las
7:30 del Viernes Santo co-mienza el mencionado cortejo procesional de “Los Pasos”, que atesora trece secuencias iconográficas de la Pasión y Muerte de Cristo, todos ellos portados a
hombros. Es sobre¬cogedor el Encuentro en la Plaza Mayor entre la Dolorosa y San Juan, en presencia del Nazareno, imagen titular de la cofradía.
También debe destacarse la Procesión del Perdón, que se celebra el Martes Santo al caer la tarde. Uno de sus momentos memorables acontece cuando el cortejo llega al pórtico
occidental de la Catedral de León, donde se encuentra el ‘Locus Apellationis’, situado entre las puertas de San Juan y del Juicio Final. Se trata de un pequeño fuste proveniente de la antigua
iglesia románica, donde antiguamente repartía justicia el llamado Tribunal del Libro. En ese sitio tan emblemático, el abad de la Cofradía Santo Cristo del Perdón solicita el indulto de un
penado, que, una vez liberado, se suma a la procesión.
Una curiosidad de la Pasión leonesa es la Procesión del Santo Entierro del Viernes Santo, un cortejo que desde 1830 es organizado y protagonizado por dos cofradías
diferentes: en los años pares, se encarga Nuestra Señora de las Angustias y Soledad; y en los años impares, la Real Cofradía de Minerva y Vera Cruz. Ninguna de las dos cofradías tiene parte
en la preparación del cortejo que organiza la otra.
Otros actos destacados son la procesión del “Dainos”, con una de las tallas más antiguas de la ciudad, el Domingo de Ramos; el Tradicional Calvario o Vía Crucis Leonés
Cantado, el Martes Santo; o la Ronda Lírico-Pasional “Luis Pastrana Giménez” el Miércoles Santo.
La Semana Santa de León posee, por su parte, un sonido peculiar gracias a las bandas de cornetas y tambores así como a las agrupaciones musicales que acompañan a casi todas
las procesiones, ofreciendo un repertorio de música sobrecogedor. Alguna de ellas incorpora instrumentos singulares. A modo de ejemplo, señalaremos que la banda de la Hermandad de Jesús
Divino Obrero fue la primera en incorporar gaitas a su formación.
En la Semana Santa de León comparten espacio con la festividad religiosa dos costumbres paganas muy arraigadas. En primer lugar, se suele “matar ju¬díos” en el Barrio Húmedo. Naturalmente, se trata de un acto pacífico, ya que lejos de perseguir al pueblo de Moisés, todo consiste en tapear y beber limonada en los múltiples bares del casco antiguo. Con similar espíritu, la noche del Jueves Santo se celebra “El Entierro de Genarín”, un cortejo bufo que conmemora la muerte de un pellejero bajo las ruedas del primer camión de la basura de León, hecho luctuoso acaecido el 29 de marzo de 1929.
Lucas de Tuy registra que en el año 1158 una gran sequía azotaba León. El pueblo organizó una rogativa a San Isidoro, Doctor Hispaniae, sabio y santo, y el milagro se consumó: llovió
copiosamente durante la procesión de sus reliquias. En agradecimiento, los gobernantes de la ciudad acudieron “voluntariamente” a la Real Colegiata de San Isidoro para entregar en ofrenda un
cirio de una arroba y dos hachas de cera. El Abad y el Cabildo los aceptaron, aunque consideraron que tenía carácter obligatorio, o de foro.
Así se desató un interminable pleito que, cada último domingo de abril, reproduce una batalla dialéctica entre el síndico de la Corporación municipal y el capitular del
Cabildo, una disputa oratoria plagada de guiños e ironía, y destinada a culminar en tablas: cada una de las partes hace constar en sus actas la “ofrenda voluntaria” o el “foro obligatorio”, y
la fiesta, declarada de Interés Turístico Regional, continúa en paz hasta el año siguiente.
La despedida del Ayuntamiento y el Cabildo es el momento más pintoresco de la celebración y razón por la que se la conoce como “Las Cabezadas”: canónigos y concejales se hacen reverencias, doblándose casi en ángulo recto hasta tres veces, en un ademán que arranca las risas y los aplausos del público.
Lucas de Tuy registra que en el año 1158 una gran sequía azotaba León. El pueblo organizó una rogativa a San Isidoro, Doctor Hispaniae, sabio y santo, y el milagro se consumó: llovió copiosamente durante la procesión de sus reliquias. En agradecimiento, los gobernantes de la ciudad acudieron “voluntariamente” a la Real Colegiata de San Isidoro para entregar en ofrenda un cirio de una arroba y dos hachas de cera. El Abad y el Cabildo los aceptaron, aunque consideraron que tenía carácter obligatorio, o de foro.
La despedida del Ayuntamiento y el Cabildo es el momento más pintoresco de la celebración y razón por la que se la conoce como “Las Cabezadas”: canónigos y concejales se hacen reverencias, doblándose casi en ángulo recto hasta tres veces, en un ademán que arranca las risas y los aplausos del público.
Las Fiestas de San Froilán son las más tradicionales de León. Las Romerías a la Virgen del Camino, la belleza de los Carros Engalanados, y la concentración de Pendones de toda la provincia recuerdan durante los primeros días de octubre al patrón de la Diócesis de León, en un evento declarado de Interés Turístico Regional.
El día 5 de octubre, festividad de San Froilán, se lleva a cabo la tradicional Romería, a la que acuden miles de leoneses y forasteros. Todo gira alrededor de la Virgen del Camino y de su santuario, Basílica Menor desde el 24 de febrero de 2009, por concesión de Benedicto XVI. A la Eucaristía que se celebra en la explanada del santuario, asisten los Ayuntamientos del Voto: León, Valdesfresno, Villaturiel y Valverde. Es costumbre arraigada hacer cola para tirar al Santo de la nariz en la Puerta de San Froilán, como lo es también el acto devocional de acceder al camarín para besar el manto de la Virgen. Durante todo el día, se celebra un gran mercado en el que pueden adquirirse, entre otros productos leoneses, cecina, queso, morcillas, chorizos, castañas de El Bierzo, ajos, mantecados y miel.
El 29 de marzo de 1493 llegaron a León los restos del centurión Marcelo, hallados en Tánger (donde fue martirizado), traídos por el rey Fernando V.
Durante la procesión del Corpus, pueden verse en la calle distintas imágenes que custodian las citadas agrupaciones gremiales y penitenciales.
Una vez superados los tiempos de prohibición, Las Carnestolendas leonesas fueron recuperadas a mediados de los 80 del pasado siglo. El Carnaval de la ciudad de León es una fiesta, sobre todo, participativa. Multitud de actividades se combinan a lo largo de seis días, en un programa pensado para niños, jóvenes, familias y mayores. Entre la oferta de festivales, desfiles, teatro de calle, música callejera, bailes populares y orquestas, destaca la Gala de Elección de la Reina de Carnaval, por la gran calidad de los diseños en los trajes y la belleza de las candidatas. El Festival Infantil es otra cita ineludible en el Palacio de los Deportes.
Compártenos en Facebook