Las fiestas patronales en honor a la Asunción de Nuestra Señora se celebran en la semana del 15 de agosto.
La Asunción de María (o la Asunción de la Virgen) es una doctrina que enseña que después de que la madre de Jesús murió, fue resucitada, glorificada, y llevada físicamente al cielo. La palabra asunción es tomada de la palabra latina que significa “llevado arriba.”
La doctrina de la asunción de María tuvo sus inicios en el Imperio Bizantino alrededor del siglo VI. Una festividad anual en honor de María creció gradualmente hasta convertirse en una conmemoración de la muerte de María, llamada la Fiesta de la Dormition o “Dormición.” Al extenderse la práctica por el occidente, se hizo un énfasis en la resurrección de María, y la glorificación tanto de su alma como de su cuerpo, y así el nombre de la festividad fue entonces cambiado al de la Asunción. Aún es observado el 15 de agosto, como lo fue en la Edad Media. La Asunción de María fue hecha un dogma oficial de la Iglesia Católica Romana en 1950 por el Papa Pío XII.
Las fiestas patronales comienzan con el pregón oficiado por el alcalde y el concejal de festejos, a continuación, el pregonero local destaca las virtudes y defectos que ha visto durante todo el año en la gestión de la Corporación Municipal
A continuación del pregón, los jóvenes, junto con el alcalde o concejal, se dirigen a la Fuente Nueva en la que, en uno de los grandes pilones, hay una cuba de vino y es entonces cuando el alcalde o concejal, entrando al pilón, da comienzo a la parte más lúdica de las fiestas.
En la víspera de la festividad de la Asunción, se realiza una ofrenda floral en la Iglesia Parroquial. El día 15, día de la Asunción, se oficia la misa solemne a las 12:30 de la mañana, y por la noche se procesiona la imagen de la Asunción de Nuestra Señora por las calles de la localidad. La organización corre a cargo de la Hermandad de la Asunción de Nuestra Señora y del párroco, D. Andrés Colmenarejo.
Otra tradición que conservamos son los encierros en la plaza de toros. Para fomentar esta afición, también se realiza el encierro Txico en la Plaza del Ayuntamiento, donde participan nuestros vecinos más jóvenes, iniciándose en la tradición del encierro.
Junto con ello, destacan los conciertos ofrecidos por la Banda Pamplonica y la Agrupación Musical Miraflores de la Sierra que amenizan los eventos durante los días que duran las fiestas.
Mención especial para las peñas de la localidad. La gran participación activa de nuestras peñas que fomentan la participación de todo el pueblo y mantienen viva la ilusión por nuestras fiestas. Organizando actividades lúdicas para niños y mayores.
El último día de fiestas, tiene lugar la Jira, en ella se va a la Fuente del Cura, amenizado por la Banda Pamplonica, donde se reparten los tradicionales bocadillos de filete de toro empanado y posteriormente se vuelve en pasacalle hasta la plaza del Ayuntamiento. Allí, se despiden las fiestas, se entona el pobre de mí, y se realiza la última vuelta en pasacalles al pueblo y se dan por finalizadas las fiestas hasta el año siguiente.
No nos queremos olvidar del tradicional encierro por el campo. Es una tradición recuperada, en la cual, los bueyes y caballos realizan el recorrido desde el campo hasta la plaza de toros. Con este tradicional encierro empiezan las fiestas, que posteriormente serán oficialmente inauguradas con el pregón del alcalde.
San Isidro es por excelencia el patrón de los campesinos, es el santo a quienes muchos acuden para que llueva. Las tradiciones sitúan su bautizo en la iglesia de San Andrés de la capital madrileña.
Parece ser que una de las primeras ocupaciones de Isidro fue la de pocero, es decir, cavar pozos, al servicio de la familia Vera hasta que se trasladó a trabajar a Torrelaguna, donde contrajo matrimonio con una chica del pueblo llamada María Toribia, conocida más tarde con el nombre de Santa María de la Cabeza, también declarada santa. Fruto de su matrimonio tuvieron un hijo llamado Illán. Al cabo de unos años la familia regresó a Madrid, para cuidar las tierras de la familia Vargas. Fue en ese momento cuando Isidro realizó las tareas de labrador y pasase a ser conocido popularmente como "Isidro labrador". Falleció en el año 1130.
Una curación atribuida a San Isidro y que le valió la beatificación, fue realizada al rey Felipe III (1578-1621) habiendo caído gravísimamente enfermo, a su regreso de Lisboa, en Casarrubios del Monte (Toledo), le fue llevado el cuerpo de San Isidro hasta su estancia real, y el monarca sanó milagrosamente.
La beatificación tuvo lugar el 14 de abril de 1619, y tres años más tarde, el 12 de marzo de 1622, el Papa Gregorio XV lo canonizaría.
El aprecio a San Isidro es notable para todas aquellas personas que trabajan en el campo, por lo tanto es el patrón de los campesinos y de los viticultores, así como de los ingenieros técnicos agrícolas. Su protección a los campesinos y labradores españoles así como de todos los agricultores católicos del mundo fue declarada por el Papa Juan XXIII.
El inicio de esta fiesta, en Miraflores de la Sierra, tiene lugar durante el S. XVII, cuando el culto a este Santo se expande por las comunidades rurales, coincidiendo con la canonización del santo.
La celebración duró hasta la guerra civil, tras la cual se fue perdiendo el entusiasmo por esta fiesta.
A finales de los años 60 el presidente de la cámara agraria impulsó de nuevo la fiesta. La cámara se encargaba de todos los gastos de la fiesta, pero también se quedaba con los frutos de las subastas, y parte de las derramas de los ganaderos y labradores del pueblo.
Hoy se sigue realizando la procesión, y también se continúa tirando el trigo por las calles, siendo los agricultores los que acercan los tractores, desde donde se observa y se participa en la procesión. Varias personas y niños se visten de serranos y se montan en los tractores.
Se realizan las subastas con productos típicos donados por los vecinos de Miraflores de la Sierra, que tiene lugar en el exterior de la iglesia. Lo último en subastarse es el ramo de manzanas que va colgado del santo y los brazos de la peana del santo. La celebración prosigue con limonada y galletas que ofrece la cámara agraria local y finaliza con un baile en la plaza de España.
El año festivo da comienzo con la fiesta de San Blas, que tiene lugar el 3 de febrero. La tarde anterior, festividad de la Candelaria, los niños de la escuela corrían la rosca. La costumbre consistía en comprar unas roscas entre todos y hacer carreras, de forma que el ganador se convierte en dueño del preciado dulce, que al final era compartido por todos.
Antiguamente el Ayuntamiento mandaba hacer tres hermosas roscas con manteca, anisillos y confites. Por la tarde se reunía el pueblo con sus autoridades y se celebraban tres carreras: la primera los casados, la segunda los solteros y la tercera los chicos, concediendo una rosca a cada uno de los campeones de los grupos.
Hoy se sigue manteniendo esta fiesta, aunque se ha visto reducida a competiciones infantiles en su mayoría, pero todo el pueblo participa de ella. El Ayuntamiento regala una rosca a todo aquel que quiera acercarse a por ella y los ganadores de la competición siguen teniendo el privilegio de disfrutar de su gran rosca.
Esa misma tarde de la rosca ya se oye el ruido que organizan los niños y mozos agitando los cencerros que llevaban atados a su espalda. Es el modo de anunciar la fiesta de San Blas.
En España la devoción a San Blas está arraigada en todas partes. Es el santo de los sencillos y de los niños. El pontificado de San Blas tuvo una etapa feliz, con la dirección cercana y cordial de los creyentes y con el retiro para darse a la oración y penitencia. Pero llegó la persecución con tortura, prisión y muerte para muchos cristianos. El obispo atendía por la noche al culto y al servicio de la comunidad. Incluso logró visitar y dar el último auxilio a algunos presos.
La persecución arreció y el obispo fue capturado. Lo condujeron atado con cadenas hasta el gobernador romano. Cuando cruzaba doliente las calles de su ciudad natal, Dios hizo brillar su dolor con un milagro. Refiere el acta martirial que una madre angustiada se acercó al santo con su hijo moribundo. Una espina le atravesaba la garganta con una infección que lo ahogaba. La madre desesperada, llevando en brazos al niño medio muerto, irrumpe por medio de la comitiva que conducía preso a San Blas, y se dirige a él con esta súplica: "Siervo de Jesucristo apiádate de mi hijo. Es mi único hijo". El mártir olvida sus cadenas, y va a remediar el dolor ajeno. Pone la mano sobre el niño agonizante; traza la señal de la cruz sobre su garganta. Durante unos instantes ora fervorosamente por él. El muchacho se reanima; arroja la espina que le ahogaba, y recupera la salud. De aquí arranca la devoción a San Blas como protector en los enfermos de la garganta.
Tenemos pruebas que la fiesta de San Blas, es celebrada en Miraflores de la Sierra desde hace muchos años, pese a que la romería en el humilladero se remonta al año 1936 en el que se construye la misma. Antaño la celebración tenía lugar en la Plaza del pueblo y se obsequiaba con limonada a sus habitantes.
La fiesta comienza el día 2 de febrero cuando los perreros bajan de la sierra, antiguamente desde el Pico de la Pala, hasta la población armando gran alboroto con sus cencerros. La tradición cuenta que allá en los tiempos de la ocupación francesa, las tropas napoleónicas, saquearon las propiedades de los mirafloreños, y éstos decidieron recuperarlas. Armados con cencerros, por la noche, imitaron la estampida de una manada de vacas provocando la huida de las tropas francesas acantonadas en la localidad y así recuperaron sus pertenencias.
El día 3 de febrero, todos se congregan en torno a las 09:00 h. vestidos con sus trajes típicos de perreros, cuyo atuendo con el sombrero de copa, pantalón y camisa de color blanco, todo ello adornado con lazos y cintas de colores y pañuelos, con los cencerros colocados en las espaldas y una escopeta a los hombros, y empiezan la romería hasta el Humilladero de San Blas donde todos los vecinos degustarán las tradicionales patatas con bacalao ofrecidas por el Ayuntamiento. De antiguo se hacía una romería desde el pueblo, hoy son muchos los que toman sus vehículos para ir hasta el campo, pero otros muchos se inclinan por el agradable paseo manteniendo así la costumbre de antaño de recorrer este trayecto a pie.
Una vez en la explanada de San Blas, se realizan competiciones deportivas, como carreras, y juegos para los más jóvenes. A las 13:00 tiene lugar la celebración de la misa en el Humilladero de San Blas, lugar en el que se encuentra el Santo, y tras ésta todos disfrutan de las sabrosas y tradicionales patatas con bacalao que el Ayuntamiento ofrece a sus vecinos y visitantes. Después de la comida, se emprende el regreso al pueblo, donde al son de la música de tambores y dulzainas, se representa la muerte de la vaquilla cuya sangre es la limonada que se ofrecerá después a los vecinos. La tarde termina con un chocolate con churros.
Días antes de empezar la Cuaresma, se celebran los carnavales.
El Carnaval es una fiesta de origen pagano que se remonta a los tiempos de la antigua Grecia y Roma. La palabra Carnaval procede del término latino carnelevarium que significa quitar la carne. En la Edad Media la iglesia católica prohibió el consumo de carne durante la cuaresma cristiana.
La celebración del Carnaval en la sociedad cristiana medieval tuvo mucho auge. Suponía un periodo de permisividad más cercano a lo pagano.
El Carnaval en las sociedades rurales cristianas marcaba unos días excepcionales, opuestos a la represión sexual y al severo ayuno de la Cuaresma que venía después. En una sociedad empobrecida, donde las hambrunas eran frecuentes, el Carnaval significaba un respiro, un giro de la sociedad, donde los roles sociales cambiaban y el siervo podía ejercer de amo o el gobernado de gobernante.
Esta fiesta ha perdurado hasta nuestros días y al igual que en todos los pueblos, muchos de nuestros vecinos pasan semanas e incluso meses confeccionando los disfraces que exhibirán ese día.
La fiesta comienza sobre las 16:00 de la tarde, hora en la que los habitantes se congregan en la Plaza del Ayuntamiento y acompañados por una banda de música comienzan el desfile por las calles del pueblo, sin dejar de cantar ni bailar.
A continuación, se celebra un concurso de disfraces cuyos premios son donados por los establecimientos comerciales y empresas de ocio del municipio.
Es un día muy especial para todos, pero especialmente para los más pequeños, es el 5 de enero, en el transcurso de la tarde-noche de este día, los Reyes Magos visitan el pueblo de Miraflores repartiendo ilusión a todos sus vecinos.
El inicio de esta tradición proviene de tiempos inmemoriales cuando se entregaban “juguetes para aguinaldos”, los señores daban a sus súbditos regalos, que llegaron a provocar ciertas polémicas e incluso en algún momento tuvieron que ser prohibidos por las autoridades. Parece que la palabra aguinaldo proviene del francés, cuando en algunas aldeas galas el pueblo con ocasión de la fiesta pagana por el solsticio de invierno gritaban: “Al muérdago, el Año nuevo”, que en francés venía a ser “A – gui – l´- an – neuf”, que transformado al español es la palabra aguinaldo. Los druidas galos subían a los árboles para coger muérdago que vendían al pueblo con supuestos poderes curativos, lo que les proporcionaba unos pingües beneficios. Esta tradición se mantuvo hasta finales del siglo XVI, cuando fue abolida por la iglesia.
Es así como en España se establece en la Pascua de Reyes -la Epifanía-, la entrega de aguinaldos, que consistía en repartir regalos: dulces, juguetes, dinero,.....; ligando esto a la llegada de los Reyes Magos, y a la alegría que producía que la luz diurna fuera ganando a la noche.
A mediados del siglo XIX, encontramos referencias de celebraciones en las calles de Madrid capital en la noche del 5 de enero. Después de suprimirlos durante varios años, es a finales de los años 20 del siglo XX cuando se recupera las celebraciones en las calles de Madrid y comienzan las cabalgatas, que luego se irán extendiendo al resto de los municipios de la comunidad de Madrid, y así nuestra localidad también ha desarrollado esta fiesta para el disfrute de niños y mayores de la localidad.
Aproximadamente a las cinco de la tarde todos podemos gozar de una cabalgata que finaliza en la Plaza del Ayuntamiento donde se sitúan Sus Majestades, para que los niños puedan saludarles, en el mismo lugar se invita a un chocolate caliente para todos aquellos que quieran aproximarse a disfrutar este mágico momento. A esta tradición se ha unido la comunidad musulmana del municipio que nos obsequian con su tradicional té con pastas.
Sobre las ocho de la tarde los Reyes Magos se retiran para repartir ilusión en forma de regalos a todo el mundo.
Año tras año ha aumentado la participación ciudadana en el desarrollo de la Cabalgata, y ello conlleva un gran crecimiento de participación en este día tan especial para todos.
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